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Aprendiendo a volar

Foto del escritor: silviaseysilviasey

Ella quería volar.

Le enseñaron que el mundo era tan inmenso como lo era el firmamento.Que una sola vida no le bastaría poder ver y vivir todo lo que estaba a su alcance.Y creció con ganas de ver, sentir y experimentar cada una de esas sensaciones que estaban esperando a que ella decidiese vivirlas. Pero nadie le habló de las cadenas. Grilletes invisibles encargados de disipar sueños. Hechos de diversos materiales. Solidos y duros como la muerte y suaves e inapreciables como el apego.

Un día alguien le dijo que el amor sería su carcel, su condena y su final.Porque ella nació amando.Queriendo demasiado a todo cuanto le rodeaba menos a ella misma. Un día sintió una pequeña atadura alrededor de sus pies. Sintió como su caminar se hacía lento, pesado, difícilde sobrellevar. Pero su inocencia le hizo pensar que solo se trataba de un mero hastío. Pero aquellos grilletes comenzaron a crecer y se convirtieron en argollas.Las argollas en densas cadenas. Y las cadenas... en su sentencia. Muchas veces intentó levantar el vuelo. Pero la fuerza de sus alas no era suficiente para emprender el tan ansiado viaje.Se había forjado la más resistente de las trampas.

Durante mucho tiempo evitó emprender la huida.Olvidó perseguir su sueño.Y lloró.Lloró tanto que la humedad de sus lágrimas consiguió oxidar los grilletes.Hasta que un día la oxido carcomió la herrumbe, y poco a poco fueron cediendo. Observó que la cruel atadura estaba suelta.Y sintió un inmenso miedo. Miedo por emprender aquello a lo que creía haber renunciado.Porque cuando se pierde la capacidad de soñar,los sueños parecen nubes en el aire, densas pero inmateriales.

Ya no distinguía qué era real. Quizás ni siquiera valía la pena intentarlo.La rutina se adueñó de ella y de toda su esencia. Pero un fortuito golpe de viento agitó sus débiles alas y por inercia ascendió.Miró con vertigo y angustia hacia abajo.Su prisión pareció ser más pequeña. Vista desde arriba parecía una inconsistente jaula.No entendía cómo pudo vivir tanto tiempo allí.

Ascendió un poco más y miró a su alrededor y vió cosas que nunca había visto, pero que tenían vida propia en aquellos sueños que parecían olvidados. Se elevó más. Y un poco más aún... y ya no hubo vuelta atrás.

Su vida comenzó.


 
 
 

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