Luz cegadora en mi pupila
Otoño cálido entre pestañas.
Tu mirada es el café humeante en las mañanas
y el crudo y frío invierno en el enojo.
Niño eterno jugando en el parque de la vida,
vehemencia en el arte de la retórica de lo injusto.
Eterno halo solar que deslumbra mis sentidos.
y rayo de luna en mis eternas nostalgias.
Dos seres corpóreos distantes, extraños y ajenos
latiendo y danzando en una idéntica melodía.
Observar en ti mi alma es percibir un reflejo.
Espejo captor de mis ángeles y demonios.
Dicha, sensatez y cordura
frente a inseguridades, sombras y miedos.
Extraña delimitación entre el ser y el estar
acordada entre tu alma y la mía.
Reflejo de quién eres o quién soy
Aprendizaje y juego en las miradas.
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